Publicado: 15 de noviembre de 2024
¿Cuál es el contexto?
A medida que los esfuerzos de conservación en América del Sur se centran en los bosques, los ambientalistas dicen que otros ecosistemas también necesitan atención urgente
- La selva amazónica en el centro de la protección del medio ambiente
- Otros ecosistemas cruciales de América del Sur marginados
- Los humedales, pastizales y sabanas necesitan más atención
CALI, Colombia (Reuters) – Los esfuerzos de conservación y el financiamiento climático en América del Sur están demasiado centrados en puntos críticos de biodiversidad icónicos, como la selva amazónica, a riesgo de desiertos, humedales y otros ecosistemas cruciales, advierten ambientalistas y líderes indígenas.
Desde el desierto de Atacama en Chile hasta los páramos montañosos en Colombia y los humedales y sabanas tropicales de Brasil, se debe prestar más atención a otros ecosistemas, que con demasiada frecuencia se dejan de lado en las políticas de naturaleza, la financiación y las conversaciones sobre el clima.
Cecilia Demergasso, jefa del Laboratorio Natural del Desierto de Atacama de Chile, dijo que a medida que el mundo impulsa las energías renovables, los políticos, e incluso los ambientalistas, no están prestando suficiente atención al impacto de la transición energética verde en los desiertos y otros ecosistemas, como sabanas y pastizales.
Cuando se trata de postres, «por lo general la gente piensa que no sirven para nada», dijo Demergasso.
Chile tiene las reservas de cobre y litio más grandes del mundo, la mayoría de las cuales se encuentran en el desierto de Atacama. Pero el desierto está bajo una presión cada vez mayor por la minería de los metales, ambos vitales para la energía renovable, así como por los parques eólicos y solares.
Demergasso dijo que tales proyectos ponen en peligro el ecosistema desértico.
«Frente a una necesidad global de energía, es difícil que una minoría de personas diga que no», dijo Demergasso. «El problema es: ¿cómo se puede valorar… la riqueza de la biodiversidad del desierto?»
La cumbre de biodiversidad COP16 de las Naciones Unidas en Colombia este mes prestó más atención a la protección de las selvas tropicales, en particular la Amazonía, que a otros ecosistemas donde se están intensificando los proyectos de energía renovable.
El tema de la transición energética es un tema de conversación clave esta semana en la conferencia climática COP29 en Bakú, donde el anfitrión, Azerbaiyán, insta a los países a firmar un compromiso para aumentar la capacidad mundial de almacenamiento de energía seis veces mayor a 1.500 gigavatios para 2030 para impulsar la energía renovable.
Para que los países cumplan sus promesas de reducir las emisiones de carbono, el valor del mercado de minerales críticos, que ahora vale alrededor de 325.000 millones de dólares, debería aumentar en un 55% para 2030, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía, una organización intergubernamental que ofrece recomendaciones sobre el sector energético.
La creciente demanda de minerales, desde el oro hasta el litio, significa una mayor presión sobre la biodiversidad mundial.
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